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La Vida no es eterna, el Amor sí.

12/06/2018

Publicamos hoy este texto llenos de emoción. Recientemente recibimos la visita de un hombre y su pequeño perrito: Gregorio y Zeus. Abrazado a él, y con todo el sosiego que da la aceptación de lo que ya era irremediable, nos contó que la larga enfermedad con la que había compartido su vida reciente, había anunciado que era el final; su equipo médico confirmó que le quedaba muy poco tiempo de vida.
 
Gregorio tenía que enfrentarse a ese momento de la vida en el que ya no caben los miedos, lamentos, ni vacilaciones; tan solo el valor y la determinación para tomar las decisiones que permitan que aquellos que dependen de ti, no sufran consecuencias negativas por tu partida:
“Mi vida sin mí”, gran título que Isabel Coixet dio a una de sus películas, en la que plasmaba esta experiencia vital.
 
Si observamos que nuestra labor constante es la de rescatar y proteger a perritos y gatillos que han sido abandonados, no podemos por menos que aplaudir el acto de amor y responsabilidad que reconocemos en Gregorio al preocuparse porque su pequeño compañero quede en buenas manos. Y tenemos que estarle inmensamente agradecidos por haber decidido que, de todas las manos en las que podría dejar al pequeño Zeus, las mejores sean las nuestras.
 
Para el equipo de El Refugio es un honor haber asumido este compromiso con ellos dos, y es una inmensa alegría poder decir que hemos cumplido: Irene es desde hoy oficialmente la nueva familia de Zeus.
 
A primera vista puede dar la sensación de que es una historia triste, pero si lo piensas bien comprobarás que realmente es todo lo contrario. Es la historia de una persona que quiere a su perrito más que a nada en el mundo, que lo único que quiere es que no se quede solo en la vida, que pide ayuda para que le encuentren una buena familia, y que podrá descansar en paz porque finalmente lo consigue.
 
Realmente esta historia no podría tener un final más feliz, pero tenemos que reconocer que nos ha hecho llorar de emoción desde el primer momento, hasta este.  
 
Recordad cada mañana, recordad siempre, que “La Vida no es eterna, pero el Amor sí”.
Gregorio, allí donde estés, recibe todo nuestro amor.
 
Abrazos, salud y muuucha Vida.

La Vida no es eterna, el Amor sí. La Vida no es eterna, el Amor sí.
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