Que en la Comunidad de Madrid son abandonados muchos miles de perros y gatos cada año, es una realidad; que cada uno de esos animales puede ser sacrificado diez días después de haber sido recogido, es una ley. Y esta ley es la que cada vez más madrileños quieren que cambie. Por este motivo, la protectora El Refugio presentó a la Asamblea de Madrid una Iniciativa Legislativa Popular con el objetivo de reformar la vigente ley de protección animal y prohibir el sacrificio de animales abandonados.
En estas fechas suele ser normal que te pregunten ¿qué has hecho este verano? Y la mayoría responderá que han estado en el pueblo, en la montaña o en la playa. Pero tan sólo trescientas personas dirán que se pasaron todo el verano recogiendo firmas. Ellos son el batallón de voluntarios de El Refugio que ha dispuesto de un periodo legal de noventa días para recoger un mínimo de 50.000 firmas de personas con derecho a voto en la Comunidad de Madrid. Cada una de esas firmas expresa el deseo de que los animales abandonados no sigan siendo exterminados de la forma que ahora se hace. Esta mañana han sido presentadas 61.832 firmas que permiten que el proceso de la ILP siga adelante y la reforma de la ley pueda ser votada por los distintos grupos parlamentarios de la Asamblea. En reuniones previas mantenidas con dichos grupos la protectora obtuvo el apoyo absoluto del PSOE, IU y UPD; tan sólo el PP mostró reticencias ante dicha reforma. La pelota, por tanto, está ahora en el tejado del edificio de la Asamblea de Madrid, para ver si finalmente nuestros políticos prestan oído a esta demanda ciudadana y prohíben el sacrificio de perros y gatos abandonados.
El presidente de El Refugio, Nacho Paunero, asegura que, en contra de lo que opinan algunos reaccionarios, el #sacrificiozero es completamente viable.“Un año antes de comenzar la campaña, viajamos a Barcelona para mantener una reunión con el equipo de Gobierno que en el año 2003 impulsó el #sacrificiozero en Cataluña, donde se practica desde entonces. Hablamos con ellos sobre los problemas que tuvieron que afrontar, sobre las soluciones que aportaron para ello, sobre los plazos de tiempo que manejaron y sobre los resultados que obtuvieron. Con mucha voluntad política y de trabajo, y aplicando de forma conjunta una batería de medidas efectivas, consiguieron reducir el abandono de animales en un 80% en un periodo de cuatro años. Y no olvidemos que la clave para acabar con el sacrificio es acabar con el abandono. Si en Cataluña fue posible, también lo es en cualquier otra comunidad. Tan sólo hay que reproducir un modelo que se ha demostrado que funciona. Todos aquellos que después de saber esto sigan diciendo que lo único que se puede hacer es seguir sacrificando animales abandonados, o les importan un pimiento los animales, o no les apetece lo más mínimo ponerse a trabajar".