El caso que hoy relatamos es una muestra clara de hasta dónde puede llegar la sinrazón humana en algunas ocasiones. Para poder comprender lo que ocurrió la noche del 29 de junio de 2013 en un edificio de la calle Argentina de Cáceres, deberíamos saber, según el atestado de la Policía Nacional, que una chica llamada África vive en la sexta planta de dicho edificio. Que dicho día, ella se encontraba en casa con un amigo que había ido a visitarla junto con su perro “Hommer”, un bulldog francés de apenas 10 kilos de peso. En aquel momento, se personó en dicho domicilio Antonio G.P. , un joven de 23 años, nacionalidad española y complexión fuerte, con el que África tuvo una relación esporádica. Llamó a la puerta del domicilio y al no obtener respuesta, comenzó a escribir mensajes amenazantes a África a través del Whatsapp, diciendo que si no le dejaba entrar, echaría la puerta abajo. Ante las amenazas, la joven salió al descansillo de la escalera donde mantuvieron una conversación. Sin mediar palabra, Antonio G.P. se introdujo en el interior de la vivienda y al ver a Miguel Ángel P. R. que allí se encontraba con su perro, le dijo con tono violento: “anda que te lo estarás pasando bien con ella”. Acto seguido, cogió al perro y lo lanzó por la ventana del sexto piso en el que se encontraban. De inmediato se dio a la fuga, el dueño del perro sufrió un fuerte ataque de ansiedad que le dejó paralizado y África bajó rápidamente a la calle. Allí la encontró la policía al llegar al lugar de los hechos, con el perro entre sus brazos. El animal fue trasladado al Hospital Clínico Veterinario de la Facultad de Veterinaria de Cáceres, donde el veterinario de guardia Ana Alonso constató la muerte del perro. El autor de los hechos fue detenido poco tiempo después por agentes de paisano de la Policía Nacional de Cáceres. Hoy ha tenido lugar el juicio contra el acusado en el Juzgado Nº 2 de lo Penal de Cáceres, por un delito de maltrato a los animales.
Quizás ahora es más fácil comprender el principio de esta noticia, “hasta dónde puede llegar la sinrazón humana” y tan sólo queda conocer la sentencia, de una Justicia que en nuestro país sienta cada vez más en el banquillo de acusados a aquellos que maltratan a los animales.
“La verdad es que es muy triste ser testigo de las atrocidades que los humanos cometemos contra los animales, seres que en demasiadas ocasiones sufren nuestras enajenaciones de forma totalmente injusta. Lo único de lo que podemos alegrarnos hoy es, que una vez más, la Justicia española vuelve a sentar en el banquillo de acusados al autor de un presunto de maltrato animal, y lo que deseamos todos los que defendemos los derechos de los animales es que la pena sea tan grande como la brutalidad de los hechos”. Declaró Nacho Paunero (Presidente de El Refugio).