Afirma un dicho popular que la cara es el espejo del alma. La mirada de una persona puede ayudarnos a conocer cómo es. Pues bien, vamos a pedirte que mires esta fotografía durante unos segundos y nos digas qué te transmite la mirada de Marcos.
Sensible, tranquilo, sincero, generoso, amable, cariñoso, leal, positivo, bondadoso, solidario, responsable, buen amigo. Seguramente podríamos utilizar hasta mil adjetivos, pero una mirada, esta mirada, vale más que mil palabras. Son estos ojos los que leyeron la historia que publicamos de Babhú, el pequeño al que, casi con toda seguridad, un cazador utilizó, disparó y abandonó malherido. Milagrosamente logró sobrevivir, pero perdió una de sus patitas. Marcos es especialmente empático con los pequeños de movilidad especial, puesto que hace cuatro años adoptó a Runa, una perrita con un problema en una de sus patas traseras. Esa vivencia le hizo comprender que son perros completamente iguales al resto, con la misma alegría y ganas de vivir intensamente. Conocer el caso de Babhú le tocó el corazón, vislumbrando que Runa y Babhú podrían formar una familia increíble. Es el más feliz de los finales a una historia cuyo comienzo fue injustamente doloroso.
Esta es la crónica que Marcos hizo sobre el aterrizaje de Babhú en su nuevo hogar: “Babhú ha pasado muy buena noche, y más después del baño con agua caliente de ayer tarde, y de haberse zampado una ración y media de pienso. Runa ha ladrado temprano esta mañana para avisarme porque tenía que salir al baño; él estaba intranquilo. El paseo como veis ha estado muy bien. Come con ganas y se van adaptando a sus espacios en casa. Gracias por vuestra paciencia y comprensión. Babhú va a ser un perrito muy cuidado y querido”.
Contemplar esta foto nos hace muy felices, Marcos. Babhú feliz y enérgico, disfrutando de un campo sin armas, tiros, ni animales abatidos por ellos. ¡¡Mil gracias por abrirle tu corazón y tu hogar!! Nunca olvides que nos tendrás siempre para lo que necesites.
Babhú, te queremos un montón y para nosotros ha sido un orgullo poder ayudarte a encontrar tu lugar en el mundo. ¡Sé muy feliz, te lo mereces!
Necesitaríamos otros mil adjetivos más para definir cómo nos sentimos al poder compartir contigo las siguientes imágenes: los tres hermanos mastinitos y el pequeño Blink, también han sido adoptados. Ver a todos estos peques retozando en sus nuevos hogares, abrazados y queridos, es la mejor recompensa que nuestra labor puede recibir. La resolución de estas cuatro historias dará pie a otras cuatro, y esas a su vez a otras tantas, tantas veces como la vida y nuestras fuerzas nos permitan. Como siempre, gracias de corazón a nuestros socios y donantes porque solo vuestras aportaciones hacen posible que todos estos pequeños crucen el umbral del sufrimiento, hacia el del amor. ¡Gracias, siempre!
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¡Miles de pequeños que han sido abandonados, te lo agradecerán eternamente!