Anoche regresamos de nuestro viaje a Galicia. Nos desplazamos hasta la localidad de Chantada para acudir al Juzgado de Instrucción Nº 1, donde el tipo que disparó y supuestamente apaleó y arrastró a una perrita que finalmente murió, estaba citado por la Jueza para declarar. El Refugio está personado como acusación.
El investigado, Héctor C. Vila G., acudió al Juzgado mucho antes de la hora a la que estaba citado, cuando apenas había amanecido y los pájaros aún dormían, para intentar eludir la posible presencia de medios de comunicación que pudiesen retratarlo. Lo logró a la entrada, pero no a la salida, cuando el reportero gráfico Carlos Cortés logró captar la instantánea del investigado saliendo del Juzgado.
En mi infancia, cuando veía en televisión imágenes de algún investigado por hechos delictivos, saliendo de un Juzgado encapuchado para ocultar su rostro a las cámaras, pensaba siempre que lo hacía porque se sentía culpable por lo que había hecho; un gesto que desde mi inocente mirada, yo interpretaba como autoinculpatorio. Han pasado muchos años y sigo sintiendo lo mismo al ver esta fotografía, siento que rezuma culpabilidad.
En el interior del Juzgado el investigado se negó a contestar tanto a las preguntas de la Jueza, como a las del abogado de El Refugio; se negó a declarar. Por tanto, el procedimiento sigue su curso, habiendo dictado la Jueza las medidas cautelares solicitadas por El Refugio y el fiscal, que incluyen la prohibición de tenencia y porte de armas, así como la prohibición de tenencia de animales hasta la conclusión del procedimiento.
Aplaudimos la gran eficacia con la que la Guardia Civil ha realizado el atestado, así como la impecable instrucción de este caso por parte de la Jueza. En el mes de enero declararán los testigos presenciales de los hechos. En marzo lo harán los agentes de la Policía Local que se personaron en el lugar de los hechos, y el veterinario que atendió a la perrita en primera instancia. En abril declararán los agentes de la Guardia Civil que tomaron declaración al autor de los hechos. Y nosotros estaremos ahí, para informarte puntualmente de todo ello, y de cómo El Refugio interviene de forma activa en el procedimiento judicial de un caso que ha producido nuestra máxima indignación, repulsa y dolor.
Hemos iniciado una campaña que tiene como objetivo la consecución de una reforma del Código Penal, que contemple un endurecimiento de las penas para delitos de maltrato animal. Su lema es #NoPuedeSer porque sentimos que no puede ser que un tipo armado salga a la calle y dispare de forma indiscriminada , esta vez, a una perrita, no puede ser que supuestamente la apalee y la arrastre, y acabe falleciendo, y no puede ser que además haga todo esto reconociendo que conocía previamente la existencia de la camada de cachorros de la perrita. Finalmente, sentimos que no puede ser que este tipo no sea juzgado y condenado por todo ello a una pena de cárcel, por lo que haremos lo imposible para que le den “un pijama de rayas”.
¡Abrazos, salud y muuucha Vida!
