La mayoría de las veces que rescatamos a pequeños que han quedado desamparados, no sabemos qué historia hay tras su triste situación. Solo en contadas ocasiones, tenemos la oportunidad de conocer al detalle lo que ha provocado que acaben viviendo a su suerte, sin nadie que se responsabilice de que tengan una vida sana, segura, y feliz. En el caso del bueno de BHÁBI, ha sido así.