A Luba la llamamos “La perrita que vino del diluvio” porque apareció en nuestra vida como caída del cielo, en mitad de una monumental noche de tormenta. No podemos confirmar que cuantas más personas estén deseando que algo ocurra, existan más probabilidades de que así sea. El caso es que éramos muchas las personas que anhelábamos que Luba fuese adoptada y al final, ha ocurrido.
Es una noticia dulce como su mirada, que nos llena de felicidad. Gracias a todas las personas que habéis contribuido a que esta historia tenga un final tan feliz. Raquel, Olivia y Fco. Javier son gente maravillosa, y viéndolos juntos creemos que Luba no podía tener una familia mejor. Sois afortunados porque Luba es una perrita muy, muy especial.
¡Felicidades Lubita! Que el amor y la armonía reinen en vuestro hogar durante muchísimos años.
¡¡Abrazos para todos, salud y muuucha Vida!