Esta es la terrible imagen que Antonio F. L. presenció recientemente en la alicantina localidad de Monovar. Regresaba caminando a su domicilio cuando observó en el interior de una finca colindante al camino, lo que en un principio y en la distancia le pareció un animal ahorcado. Al fijarse con detenimiento, vio que se movía y pudo comprobar que se trataba de un perro de tamaño pequeño que tenía su pata delantera izquierda atrapada en un cepo de caza.
Tras llamar a la Guardia Civil de Alicante para denunciar los hechos, una dotación del Seprona se personó en la finca para abrir una investigación. Procediendo al registro de la finca encontraron varios cepos montados y armados, listos para su uso, así como una jaula trampa también montada y multitud de trozos de un producto de color azul (supuestamente veneno) junto al que hallaron un conejo muerto.
Los agentes tomaron declaración a Ricardo S. M. , cazador y dueño de la finca de siete hectáreas y a José María R. C. ,encargado de la finca. El Refugio se ha personado como acusación en el procedimiento abierto contra el dueño de la finca por un presunto delito contra la fauna por el que se enfrenta a una pena de prisión de hasta dos años, y un presunto delito de maltrato animal por el que se enfrenta a una pena de hasta 18 meses de prisión.
Cabe recordar que el uso de este tipo de dispositivos de caza como cepos o lazos es ilegal en nuestro país y su utilización es constituyente de delito.
Queremos recalcar que el imputado es cazador a pesar de tener su licencia de caza caducada desde 2011, y posee permiso de armas tipo E y tipo B con caducidad en 2020, siendo propietario de tres pistolas, dos escopetas, un rifle y una carabina.
“Desde El Refugio queremos felicitar al Seprona de Monovar por su excelente trabajo en la investigación de los hechos, y queremos recordar que el uso de este tipo de “utensilios infernales” produce a los animales que caen en ellos un sufrimiento terrible que se prolonga durante muchos días y termina con una muerte desesperadamente agónica.
No tenemos palabras para calificar a los que los utilizan, ni para medir el daño y sufrimiento que están provocando a tantos miles de animales que terminan perdiendo la vida en nuestros campos.
Por supuesto estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para que el responsable de estos actos sea juzgado y condenado por un presunto delito de maltrato animal, y así lo haremos en todos aquellos casos de maltrato de los que seamos conscientes y exista posibilidad de hacerlo”, declaró Nacho Paunero, Presidente de El Refugio.