Esta es una imagen que siempre nos inunda de ternura. Cuatro vidas que comienzan; cuatro pequeñajos que no se separarán del regazo de su mami, para alimentarse de su protección y su amor. Cuatro vidas que irán creciendo juntas, compartiendo juegos y afectos, descubriendo juntas todo un mundo que las sorprenderá cada día con mil cosas distintas.
Así debería ser siempre. Así, si algunas personas no interfiriesen en el curso natural de las cosas. Imagina por un momento que existiera una persona indeterminada viviendo en un pueblo cualquiera de un país como España. Imagina que esta persona tuviese una perrita que, por costumbre, estuviese todo el día por ahí suelta, campando todo el día pueblo arriba y campo abajo. Imagina que un buen día,
esa persona viese que su perrita acababa de parir a cuatro diminutos cachorros. Y ahora, por último, imagina que esta persona coge a los cuatro recién nacidos, los introduce en el interior de una bolsa de plástico y, discretamente, se dirige a un contenedor de basuras y los deja allí tirados.
A partir de aquí vamos a pedirte que dejes de imaginar, porque desgraciadamente acabamos de resumir la triste historia de estos cuatro pequeños. El día 14 del pasado mes de agosto, recibimos un aviso de la Policía Local de El Espinar. Un grupo de chicos del segoviano pueblo de San Rafael, se percató de que cuatro diminutos perritos se encontraban en el interior de una bolsa, tirada entre más bolsas junto a un contenedor. En este punto tenemos que hacer una pausa para recalcar que el hecho de que estos chicos pasasen por dicho lugar en ese momento, y además uno de ellos mirase al suelo en el punto exacto en el que se encontraba la bolsa que ocultaba a los bebés, fue un auténtico milagro. Perfectamente podían haber pasado y no verlos, o haber pasado dos horas más tarde, cuando muy probablemente los pequeños podrían haber muerto. Hay que tener en cuenta que, siendo tan pequeños, sus vidas son extremadamente frágiles. La mayoría de lactantes que son abandonados, acaban muriendo por no haber sido encontrados por nadie, o haberlos encontrado demasiado tarde.
De inmediato fuimos a las dependencias policiales para rescatarlos, y una persona del equipo de El Refugio los acogió en su hogar para cuidarlos de forma intensiva, y alimentarlos a biberón. Estaban muy débiles. La separación de la madre y la dureza del abandono provocaron que pocos días después, uno de ellos no consiguiera recuperarse de los daños sufridos. Falleció. A los otros tres hermanitos los llamamos Adler, Doyle, y Watson. Consiguieron salir adelante en nuestras casas de acogida, y para alegría de todos, dos de ellos han sido adoptados: Adler y Doyle.
Ahora es el pequeño Watson quien nos mira en esta foto como diciendo: “Oye, ¿y a mí quién me quiere…?” Pues tranquilo, Watson, que para eso estamos aquí, ¡para ver quién te quiere! Eres un amor, y el comienzo de tu vida ya ha sido suficientemente complicada. Tú también mereces un hogar, y confiamos en que muy pronto tú también estarás en casita
Si eres tú quien quiere que Bombón Watson forme parte de tu familia, no dudes en escribirnos a adopta@elrefugio.org adjuntando un teléfono de contacto, y nosotros te llamamos.
Queremos cerrar esta historia haciendo una reflexión. Sospechamos, y tememos, que la próxima vez que la perrita que convive con la persona que abandonó a sus hijos, vuelva a estar en celo, volverá a quedar preñada. Y no hay que imaginar demasiado para saber qué hará esa persona, el día que vea que su perra ha vuelto a parir.
Cuando desde las entidades dedicadas a la protección animal se demanda la esterilización obligatoria como medida muy necesaria para luchar contra el abandono, se hace para evitar que muchas personas como esta, puedan seguir condenando impunemente a morir de forma miserablemente dolorosa, a muchos miles de animales inocentes.
Nos sentimos muy felices por haber podido ayudar a que estos tres pequeños vayan a disfrutar de una vida sana, segura, y feliz. Y nos da mucha esperanza comprobar que hay tantas personas que se preocupan y desviven por ayudar a los animales que lo necesitan. A todos: ¡gracias y enhorabuena!
¡¡Abrazos para todos, salud, y muuucha Vida!!
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¡Miles de perrillos y gatitos en apuros te lo agradecerán eternamente!