Acabamos de volver de nuestro último rescate, en el que hemos atravesado de norte a sur los maravillosos parajes de la Sierra de Gredos, entre cerezos y gargantas: ¡qué preciosidad! Nos encaminamos hacia una finca colgada en las laderas de los montes que circundan la ciudad de Plasencia. Desde aquí casi puede verse Portugal. Ana vive aquí y es quien nos avisa. Ella es amante de los animales, seguidora de nuestra labor desde hace tiempo, y amiga de Felipe. Como cada mañana, él se dirige a su finca para cultivar sus frutales y cuidar a sus queridos gatos. Al llegar, se encontró a dos inesperados visitantes: un pastor alemán y otro perrillo chico que le recordó a un pingüino, estaban desayunándose lo que quedaba del pienso de sus mininos. Al percibir su presencia, no solo no se asustaron, sino que se fueron juntos hacia él moviendo la cola, y cuando Felipe se agachó para saludarlos, le cubrieron de lametones.
Felipe se sintió tan sorprendido como emocionado, y se preguntaba: “¿cómo habrán podido acabar estando juntos dos perrillos tan distintos?”. El pastor tiene 4 años, y el pequeñajo 4 meses. Quizás fueron abandonados por separado, y el destino quiso que en su deambular, acabasen encontrándose. Imaginaba al chiquitín, con toda su fragilidad, diciéndole al pastor: “Porfa, porfa, no me dejes. Yo me voy contigo, que tengo mucho miedito…”. El pastor, que es más majo que las pesetas, le habría dicho: “Sí, sí, sí. ¡Vente conmigo que yo estoy igual que tú…! Y de esa forma, tras un número indeterminado de días vagando juntos, tuvieron la suerte de dar con la finca de Felipe, que los acogió y los cuidó como a dos más de su familia. Habló con Ana para ver si conocía a alguien que pudiera ayudarlos, y aquí estamos nosotros para rescatar a estos dos maravillosos enanos. La verdad es que hacía tiempo que no veíamos a dos perrillos que se quieran tanto como ellos.
Los hemos llamado Waldo & Benno (¿quién dirías que es Waldo, y quién Benno?). ¡Qué buenos y cariñosos son! Conociendo su historia, y tras haber pasado unas horas con ellos, tenemos clarísimo que estos dos pequeños deben seguir juntos. Por eso, vamos a hacer todo lo posible para encontrar a alguien que quiera adoptarlos juntos. Solo podemos deciros, que a los dos minutos de estar con ellos ya los quieres como si llevasen toda la vida contigo. ¡No pueden ser más buenos!
Si quieres ampliar la familia de forma mágica, escríbenos un e-mail a adopta@elrefugio.org adjuntando un teléfono de contacto, y nosotros te llamamos. Al final de este texto puedes ver el vídeo del día que fuimos a rescatarlos. Vas a querer comértelos…
Waldo & Benno, es todo un placer haber podido conoceros, y echaros una manita para encontrar “vuestro lugar en el mundo”. ¡Os queremos mucho y sabemos que muy pronto estaréis en casita!
¡¡Abrazos para todos, salud, y muuucha Vida!!