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Tú conviertes Desastres en Maravillas.

15/12/2020

 
Hace unos días, vecinos de una tranquila urbanización ubicada en la Sierra de Guadarrama, comenzaron a escuchar los insistentes lamentos de lo que apuntaba ser un cachorrito de perro. La pista sonora de los mismos, condujo a Rebeca, una vecina, hasta el lugar donde se encontraba nuestro protagonista de hoy. Se aproximó a la verja de una parcela con chalet deshabitado desde hace mucho tiempo, y a los dos segundos de llamarlo, apareció, como un pequeño fantasmita vestido de oscuro, el pequeño Bully.
 
“¡Pero cómo puedes ser tan bonito, chiquitín! ¡Pero cómo puedes llorar tanto, pobriño mío! ¡Pero qué narices haces aquí tan solito! ¡Pero cómo se puede ser tan majadero como para tirarte por encima de la verja de una casa deshabitada! ¡Pero cómo es posible que ni siquiera te hayan dejado comida, ni agua! A este lado de la verja, Rebeca, nerviosa e indignada, se hacía muchas preguntas. Y al otro lado, el pequeño Bully, también: “¡Pues eso digo yo, pues eso digo yo, pues eso digo yoooo! ¡Pero si yo no quiero estar aquí solito, yo quiero estar ahí contigo! ¡Pero si yo solo quiero besitos y jugar, besitos y comer, besitos y dormir! ¡Pero contigoooo! Mientras se expresaba atropelladamente a través de los dos carboncillos de sus ojos, su rabito se movía a la misma velocidad que la hélice de un zeppelín, como si realmente se esforzara por  elevarse suavemente por los aires, para poder salvar la valla que lo mantenía preso en su absurdo abandono.
 
Porque es verdad, cualquier abandono es absurdo y despiadado, y solo genera dolor, sufrimiento y, en demasiadas ocasiones, muerte. Afortunadamente, algunas veces tienen un final feliz, como es el caso del abandono de Bully. Rebeca contactó con El Refugio, y fuimos volando a salvarlo. El encuentro fue entrañable y muy feliz. Así es Bully; un pequeñajo simpático, juguetón, y con un apetito de cariño, insaciable.
 
Una vez más, tenemos el privilegio de ser parte de los elementos que intervienen en el  P.T.D.M. (Proceso Transformador de Desastres en Maravillas). El proceso de conseguir que un pequeño inocente pase de ser repudiado y abandonado por gente de alma pútrida, a conseguir que acabe en brazos de personas que lo quieren, respetan, y protegen.
 
Estos procesos transformadores los integráis muchas personas. Las que vigiláis en vuestros entornos cotidianos si hay animales que necesitan ayuda, o malvados que están pidiendo a voces ser denunciados. Las que nos avisáis para que acudamos al rescate, y al llegar nos cubrís de admiración y cariño. Las que alimentáis con vuestras aportaciones y donativos nuestra capacidad de ayuda, para que sea fuerte y constante. Las que compartís nuestras acciones y mensajes, consiguiendo que, en el tiempo, se alcance un estado de opinión que logre mejorar la vida de los animales. En definitiva, un pelotón de gente que podéis iros cada día a la cama con la gratificante sensación de que estáis contribuyendo a que este mundo sea un poquito mejor. ¡Así que dormid tranquilos, porque estáis haciendo algo grande!
 
Y el que también va a dormir bien tranquilito, va a ser este pequeño de 5 meses llamado Bully, en cuanto nos escribas un e-mail a  adopta@elrefugio.org  para decirnos que te has enamorado de él y quieres adoptarlo para que forme parte de tu vida. Si adjuntas un teléfono de contacto, nosotros te llamamos.
 
¡Enhorabuena, Bully, porque ya estás en casa! Es imposible no quererte.
¡¡Abrazos para todos, salud y muuucha vida!!   

 Tú conviertes Desastres en Maravillas.
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