Hace tres semanas te contamos el caso del abuelito Leo, a quien rescatamos en un pueblo de Segovia donde apareció tirado a sus 15 años de edad. Hicimos un llamamiento para intentar encontrar a alguien con corazón de oro que se ofreciera para adoptar o acoger al abuelito Leo. Cuando surgen casos como el suyo, somos conscientes de que pretender que sea adoptado es como pedir que se produzca un pequeño gran milagro; y cuando éste se produce, el corazón comienza a hacerte cabriolas dentro del pecho, a la vez que caen los párpados y los hombros. Es una emoción que libera alegría y tensión por partes iguales.
Los propietarios de los corazones de oro son Salva y Diana, que al conocer la historia de Leo no dudaron en abrirle su hogar para que sea uno más de su hermosa familia, en la que además va a tener la suerte de disfrutar de la compañía y complicidad de otros dos peques (Tute y Kruss).
Esto es ser Adoptícola: los reconocerás por su mirada clara, su sonrisa abierta, y su corazón de oro. Nuestro agradecimiento infinito, y nuestro deseo de que la vida os colme de salud y momentos irrepetibles. Sé muy feliz, Leo: ¡te lo mereces, corazón!
El título de esta publicación es “Un gran milagro, y veinte pequeños”. Ya conoces cuál era el gran milagro, y ahora vas a saber quiénes son los veinte pequeños que han llegado hasta nuestros brazos procedentes de cuatro rescates distintos. Todos habían sido abandonados y, en sí mismos, cada uno de ellos es un pequeño milagro, porque tuvieron la grandísima suerte de que alguien los viese y se implicara para salvarles la vida. Todos son adorables, todos están buscando con mucha ilusión a sus respectivos Adoptícolas, y que los encuentren depende de algo tan fácil como que escribas un correo a adopta@elrefugio.org y nos digas de cuál de ellos te has enamorado y te gustaría conocer. ¡Así, sin más!
Es un placer poder ayudar a todos estos peques a encontrar su lugar en el mundo; aquel en el que disfrutarán de paz, equilibrio e ingentes cantidades de cariño. Muy pronto estaréis en casita, estamos convencidos.
¡¡Abrazos, salud, y muuucha Vida!!
