El otro día recibimos un correo electrónico en el que una chica llamada María, nos pedía ayuda para un perrillo en apuros. Al contactar, le preguntamos si ella lo había visto personalmente, y nos cuenta que no, que conoce el caso de este perrillo a través de una publicación en redes sociales; que en realidad ella vive en Madrid, y que el caso lo publica Sheila, una amiga suya que vive cerca de Granada capital. Al verlo, decidió escribirnos para intentar conseguir ayuda para el pequeño.
Nos facilita el contacto de su amiga, conseguimos localizarla y, a su vez, Sheila nos cuenta que en verdad no es ella la que ha tenido contacto con el perrillo, sino que es su amiga Nerea quien vio al pequeño abandonado y comenzó a proporcionarle alimento, siempre en el mismo lugar y a la misma hora, con la intención de tenerlo controlado mientras intentaba encontrar a alguien que pudiera hacerse cargo de él.
Finalmente logramos contactar con Nerea, confirmamos que seguía teniendo contacto diario con el pequeño, y de inmediato nos desplazamos hasta la localidad de Purullena, para rescatarlo. Y aquí tenéis al pequeño “Colombo”, así lo hemos llamado, que por fin ha podido poner fin a su triste e injusto abandono, burlando así la fría soledad, la enfermedad, y muy probablemente, la muerte.